1.Para la masa, cortar 2 cebollas a media luna y saltear en un cazuela con un poco de aceite y sal durante 10 minutos.
2.Mezclar con el trigo sarraceno (previamente puesto 3 horas en remojo) y triturar. Pasarlo a un molde fácilmente desmoldable y hornear 25 minutos a temperatura alta (sin la opción de gratinar). Para la bechamel, salteamos las cebollas con aceite y sal 10 minutos.
3.Las trituramos con la crema de almendras, la bebida de quinoa real y arroz y el miso blanco. Rectificamos con más bebida vegetal si es necesario. Cortar la cebolla que nos queda a medias lunas muy finas y saltear con aceite y sal 10 minutos.
4.Cortar el calabacín y los champiñones a láminas, saltear con aceite y sal otros 10 minutos. Desmoldar la base de la pizza y traspasarla sobre 2 hojas de papel para horno.
5.Untarla con la salsa de tomate, añadir la cebolla salteada, los champiñones y el calabacín.
6.Verter por encima la bechamel y espolvorear un poco de almendra en polvo para gratinar.
7.Gratinar 15 minutos y servir con las hierbas aromáticas frescas por encima.